O-bon (お盆) es una celebración tradicional en Japón que invita a las almas de los seres queridos por medio de una ofrenda. Festividad muy parecida a la tradición del día de muertos, incluso en algunos de los simbolismos y elementos que se ofrecen en el altar, en donde ambas celebraciones van desde el sentido festivo, jocoso, hasta el solemne.
Mukaebi (hoguera de bienvenida)
Ofrendas de O-bon
Pepinos y berenjenas
En Japón los fallecidos visitan a sus familiares montados en caballos (representados por pepinos esbeltos y ligeros) para que lleguen rápido y se van en vacas (representadas por berenjenas, regordetas y pesadas) para que su despedida sea lenta.
No importa cómo lleguen las almas, si cabalgando o a pie, siempre hay luz en los altares para guiarlas: las flores de cempazuchitl, las velas o el copal en México, los faroles e inciensos en Japón, harán que no se pierdan en las montañas, las calles, la multitud de gente.
En Japón los fallecidos visitan a sus familiares montados en caballos (representados por pepinos esbeltos y ligeros) para que lleguen rápido y se van en vacas (representadas por berenjenas, regordetas y pesadas) para que su despedida sea lenta.
No importa cómo lleguen las almas, si cabalgando o a pie, siempre hay luz en los altares para guiarlas: las flores de cempazuchitl, las velas o el copal en México, los faroles e inciensos en Japón, harán que no se pierdan en las montañas, las calles, la multitud de gente.
Bon Odori es un festival de danza tradicional japonés.
Durante el Bon Odori la gente se reúne en lugares abiertos alrededor de una torre con tambores taiko (tambor japonés) y baila al compás de la música. La música debe ser alegre para dar la bienvenida a las almas de los ancestros.
Durante el Bon Odori la gente se reúne en lugares abiertos alrededor de una torre con tambores taiko (tambor japonés) y baila al compás de la música. La música debe ser alegre para dar la bienvenida a las almas de los ancestros.